Cuando queremos materializar una idea y decidimos establecer una empresa, sólo hay dos posibles resultados, el triunfo o el fracaso. Si queremos triunfar, atraer al público, y en definitiva, ser los mejores, hay una palabra que debemos tener siempre en nuestra mente, la estrategia.
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¿Qué es la estrategia empresarial?
Este concepto no es tan solo intentar prever lo que va a pasar en nuestra compañía, es algo mucho más complejo y amplio. Hay todo un campo de estudio que intenta comprender la forma en que las empresas se relacionan con el entorno, para en definitiva, conseguir alcanzar todos los objetivos que nos propongamos.
Pero evidentemente con vigilar el entorno no es suficiente, no debemos perder nunca de vista toda la organización de nuestra empresa, los objetivos que nos hemos marcado, nuestros recursos, la capacidad que tenemos, y como no, nuestra estructura interna. No es lo mismo que poseamos una PYME, a que seamos dueños de una gran empresa con cientos de trabajadores.
Por otro lado, cuando nos referimos al entorno de la empresa, es un concepto muy amplio, pero que podemos basarlo en tres pilares fundamentales, que son los actores con los que la empresa se va a relacionar más directamente. Estos son, nuestros clientes, nuestra competencia, y los proveedores con los que contamos.
Liderazgo = Éxito
Ser un auténtico líder es algo realmente difícil, pero desde luego merece la pena porque solo así vamos a poder llegar a buen puerto con nuestra empresa.
Pero, ¿por qué es importante ser un líder?
Por mucho que sepamos la teoría sobre lo que es la estrategia, para poder llevarla a cabo, es necesario tomar decisiones importantes, a veces pequeñas y fácilmente subsanables, pero en otras ocasiones, las decisiones que tomemos van a ser decisiones tácticas a largo plazo. En este caso seguramente no podamos echarnos atrás ni cambiar el rumbo tomado.
La incertidumbre nos rodea
Todo sería muy sencillo si el entorno fuera siempre el mismo, si no tuviéramos que preocuparnos por cambios que pueden echar abajo todo nuestro trabajo en cuestión de horas. Por desgracia todos los días la incertidumbre va aumentando, ya que en un mundo globalizado como el nuestro, nunca sabemos los cambios que se avecinan.
No sólo eso, ya que en todos los sectores, aunque sobre todo en el de Internet, también debemos contar con los cambios tecnológicos. Cada día aparecen novedades que tenemos que conocer, por eso la adaptación también va a ser algo clave, no vamos a poder dejar de aprender si queremos ser los mejores.
Los niveles de la estrategia
Si queremos poner una estrategia en práctica y evitar cometer errores, podemos seguir ciertos pasos que nos hagan la tarea algo más sencilla. Una buena idea es analizar de manera diferenciada tres “niveles” de estrategia.
Podríamos decir que estos niveles son, estrategia corporativa, estrategia competitiva y estrategia funcional.
Corporativa: Esta quizá es la que supone un mayor cambio, ya que directamente se trata de intentar buscar un buen ámbito de actuación. Saber a qué se va a dedicar la empresa para que cree un valor añadido que otras empresas del sector no tengan.
Competitiva: Cuando ya tenemos claro a qué se va a dedicar nuestro negocio, tenemos que ver cómo nos vamos a organizar, cómo vamos a actuar. Necesitamos tener una ventaja con respecto a la competencia.
Funcional: Esta se basa básicamente en ser más productivos. Debemos preguntarnos cómo podemos tener más producción con el mismo número de recursos.
¿Cómo ser mejores en la práctica?
Todo esto nos puede parecer demasiado teórico, o difícil de llevar a cabo, porque cuando tenemos una empresa, o incluso siendo autónomo, poner en marcha una estrategia puede ser complicado, o todo lo contrario, puede que lo hagamos de manera impulsiva sin tener demasiado en cuenta las consecuencias que puede traer una pequeña decisión.
Lo que nos debe quedar muy claro de todo esto es que en cualquier negocio, pequeño, grande, autónomos… lo importante es que los clientes te elijan a ti y no a la competencia, porque puede que seas muy bueno en lo que haces, pero tus competidores sean mejores en la publicidad y eso haga que tu visibilidad se reduzca.
Si debido a tus recursos económicos no puedes permitirte la misma publicidad que uno de tus competidores, no pasa nada ya que seguro que tienes un punto fuerte que puedes explotar para que cambien las tornas y los clientes te vean como una mejor opción.
Hay tres puntos fundamentales gracias a los cuales vamos a poder diferenciarnos del resto, en el producto, en el precio, o segmentando la oferta a clientes concretos.
Estas tres maneras son las mejores para adquirir una ventaja competitiva, ya que de consiguiendo cualquiera de ellas, vamos a atraer a potenciales clientes que seguramente le estaremos quitando a la competencia.
Segmentar la oferta puede parecer contraproducente, pero no, ya que de esta manera no vamos a malgastar recursos con persona que no están demasiado interesadas, o con gente que es muy fiel a una empresa concreta. Así nos vamos a enfocar en un pequeño público, pero para ellos vamos a ser los mejores, y poco a poco estos clientes atraerán a otros, con lo que en poco tiempo puede que esos clientes se multipliquen.
La paciencia es la clave
Elijamos el camino que elijamos, no es algo que vaya a ocurrir de un día para otro, la paciencia y la constancia son siempre fundamentales. Podemos tener un golpe de suerte o una gran oportunidad que acelere el proceso, pero en general, la paciencia es importante.
No hay que desesperar si vemos que nos está costando atraer clientes hacia nuestros productos o servicios, todo requiere tiempo, y si elegimos las estrategias adecuadas, tras haber analizado correctamente el entorno y todo nuestro potencial, vamos a conseguir una gran, la cual sin duda, nos llevará al éxito y a lo más alto.
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